Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

martes, 30 de diciembre de 2014

Pocas cosas he visto yo tan claras. Llámala.

Es casi posible.
Cabe la posibilidad de que fuera posible si... de que fuera posible cuando... de que fuera posible porque...
Si hay lugar a duda; es posible. Si hay un hueco, un minuto, un silencio, es posible. Y como la ley de Murphy "si algo puede salir mal, saldrá mal". O no.
Entonces si existen tantas posibilidades, si el "no" ya lo tienes y si no haces más que pensar en lo mucho que lo deseas. ¿A qué estás esperando?



"La llamo o no la llamo" - Una duda en seis palabras.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Y para estar total, completo,
absolutamente enamorado hay que 
tener plena conciencia de que 
uno también es querido, que
uno también inspira amor.

Mario Benedetti

viernes, 26 de diciembre de 2014

A muchos centímetros de...

Desaparecer sería una bonita forma de dejarlo todo tal y como está, sin estropear nada, sin esperar más de lo que realmente hay, sin temer el fracaso. Estaría bien aparecer en un lugar apartado para poder pensar en todo este año que dejas atrás y ver si hay una sola que cosa por la que merecería la pena volver, porque estaría genial que la hubiera, una cosa por la que dejar de sobrevivir y empezar a hacer las cosas de la forma correcta, con un objetivo, con una ilusión que hace años que no se pasa por aquí. Tal vez la vida consista en eso, en caer y levantarse, en volverse a caer y volver a levantarse, pero yo me pregunto... ¿Levantarse para qué?

lunes, 22 de diciembre de 2014

(...) ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenáronse de lágrimas tus ojos. (...)

Besos, Gabriel Mistral 
Tan frágil como una pompa
como un juego de cristal.

Tan frágil como la risa de un niño,
como el pétalo de un clavel.

Tan frágil como un corazón,
como un corazón aun latiendo.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Donde hay un final, donde están los principios. Donde habita el olvido, me encuentro yo.

Puse el corazón en pausa, sin remordimientos, sin recuerdos, sin virtudes de los demás, sin sueños. Puse el marcador en 0,2 y empecé a recordar. Dónde empezó todo esto... ¿cuándo? Y vuelvo a tí, porque el asesino siempre vuelve al lugar del crimen, pero también las víctimas. La mente te la juega y vuelves a estar ahí, en el momento exacto donde comenzó todo y te das cuenta de que parece que no hace tanto, lo recuerdas como si hubiera sido ayer mismo. Todo parte de nosotros, de un concepto que se ha extinguido con el tiempo y con el llanto. Ahora es cuando te preguntas cómo cojones podrías volver a sentir lo mismo, pero a decir cosas diferentes, a actuar de forma distinta para ver, si eres capaz de cambiar algo de aquella historia. Pero es posible que todo hubiera sido exactamente igual, porque dos no pelean si uno no quiere. ¿O si? Ahí está la eterna duda de saber si hubiéramos sido capaces de salir del paso de forma diferente, sin causar todo ese desastre que parecía que no iba a terminar nunca. Y aquí estoy que parece que todo ha terminado, ni una chispa ya, ni una sonrisa, ni una sola lágrima más, después de todo no era para tanto... En cambio para tan poco ha sido demasiado, no sé si me explico.
Cada certeza ahora es más cierta, cada mentira ahora es más engañosa y cada caricia ahora es mucho más dura de lo que fue... ¿significa todo menos o más? El dolor se minimiza, se magnifica, desaparece. Silencio.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Estás buscando la única forma de no ser tú mismo.



La soledad es un lugar maravilloso por el que puedo pasear horas, días, incluso semanas... es un sitio confortable, con calefacción, donde se está muy agustito. Es muy cómodo, porque es, como quieres que sea. Tal y como está estructurada la Idea en tu cabeza, tal cual lo piensas, así se presenta. También es silenciosa, la soledad no molesta, no chirría, no discute, no comenta... no dice nada, no habla. No es alguien, es nada, es vacío. Un vacío lleno de tí, de tus muchos tú. De tus manías, de tus recuerdos, de tus sensaciones más intrépidas, de tus miedo e, incluso, de tus alegrías. Es la dueña de tí y de todo tu ser al desnudo, al completo, bailando al ritmo de su melodía punzante que no deja de poner los pelos de punta, porque es única, solo tú la entiendes porque tan solo tú la escuchas. Está en ti, en tu ser, en tu cerebro, en tus sentidos...
Además, es consuelo, siempre te entiende y te ayuda, es la única que comprende tus razones, no necesitas enfrentarte al mundo por ella, porque es tuya y siempre lo será, de nadie más. Ni el ser más inteligente del mundo puede entrar en tu soledad, solo te pertenece a tí. Aunque pueden robártela y no hay nada más duro que no tener ese instante tuyo propio, donde sofocas el llanto y sueltas un suspiro de tranquilidad. Donde nadie te ve, ni te oye.
Aunque la soledad es uno de los lugares más maravillosos del mundo, uno no puede quedarse en ella, porque la vida ni se acaba ni se empieza ahí. A pesar de lo que digan, nacemos rodeados de gente, morimos rodeados de ella y vivimos rodeados también. Te guste o no.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Cuánto deseo, no solo por Navidad.

Nos cansamos de pedir salud, dinero, amor... nos cansamos de desear, de hacernos promesas a nosotros mismos. Yo me canso de estar siempre queriendo algo. Pidiendo cosas que no llegan, acontecimientos que no suceden, situaciones que no se producen. Más y más deseos desechados en la papelera. Podría formar una montaña tan grande como el Mulacén con las cosas que tengo pendientes. Siempre mil millones de pensamientos en la cabeza ¿para qué? Cuando lo más importante del mundo, lo tenemos ante nuestros ojos...

sábado, 6 de diciembre de 2014

Hay un momento en el que dejas de pedir, solo quieres dar. Dar lo mejor de ti, hacerlo lo mejor posible, compartir solo lo bueno con personas que crees que se lo merecen todo. Porque son personas que, en algún momento, te han cuidado, te han apoyado, te han prestado su hombro para llorar o simplemente te han hecho reír. Esas son las personas que valen la pena, por las que vale la pena luchar y las que se merecen un trato especial.
A mí me ha dado por mimarlas, a mi manera, cuidando detalles... habrá quien se de cuenta y quien no, pero no importa, porque se lo merecen.
Esto, todo esto, es porque estoy dejando de darle importancia a los que no, para darle las gracias a los que sí.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Queremos un futuro. Tenemos un pasado. Queremos cumplir sueños. Tenemos sueños rotos. Queremos romper corazones. Tenemos el corazón roto. Queremos ser ricos. Tenemos los calcetines rotos. ¿Podría ser al revés?

domingo, 30 de noviembre de 2014

Si me dieran a elegir entre tú y yo, te elegiría a ti.

Podríamos empezar a mentir y decir que todo fue mentira, que no quisimos más que ser amigos #microcuento
Vacío el sueño, vacío el olvido. Completo silencio en cualquiera de los sitios, recuerdos punzantes no dejan que la mente vaya libre, sola, volando por los aires. Te sientes seguro, intenso, volátil... en cambio eres como un chicle pegado a mi zapato. Verás, no es por ser brusca ni tener falta de simpatía pero comparado con el cielo, con el hielo, con las nubes en mi pelo... tu no eres nada. Así, en armonía llueven los ojos de la dulce niña porque se le caen lágrimas, hoy de alegría. No cariño, no por ti, sino por las sorpresas que están por venir.
Tal vez parezca triste, porque lo estoy. Tal vez parezca borde, porque lo soy. Tal vez parezca cabreada, porque no puedo evitar enfadarme al entender que las cosas no son realmente como las pintan. Puede que no esté preparada para una vida tan sola, tan triste, tan frágil, como la que estoy viviendo. Y parezco fuerte, valiente, independiente. Porque lo soy. Pero, ¿cuánto tiempo consigues tú aguantar la respiración?

jueves, 27 de noviembre de 2014

Me siento presa de lo que creo que necesito, de lo que creo que tengo que tener, de cómo creo que tengo que conseguirlo. Estoy totalmente presa dentro de mí, dentro de cómo pienso que debo hacer las cosas. Atrapada sin poder dejar libres los actos, sin dejar volar la imaginación, sin hacer uso de mi impulsivo carácter. Me estoy reprimiendo de todo. 
Ante situaciones amenazadoras sustituyo el quiero por el debo, ¿por qué? Me ha costado años de duros golpes aprender que solo hay un momento y ningún otro será como aquel que ya ha pasado, pero aún así sigo sin aprovechar las situaciones que se me pasan por la cabeza. Ideas no me faltan, pero si ganas... a veces llevas tanto tiempo tirando de todo el mundo que en algún momento necesitas a alguien que tire un poco de ti, porque estás cansada. No quieres grandes emociones, ni nervios, ni mariposas revoltosas en tu estómago. Quieres tranquilidad, compartir un silencio. Soltarte el pelo y sentirte libre, quitarte ese jersey que tanto te pica. Necesitas calma, consuelo, un beso pausado, una caricia en el cuello. 
En fin. 

lunes, 24 de noviembre de 2014

Give me... a kiss!

Es incuestionable. Todo lo que pasa, pasa a consecuencia de otra cosa. Acción-reacción. La primera acción puede estar impulsada por infinidad de cosas, no voy a entrar en detalles. El caso es, que la reacción que produce es, normalmente, irrevocable.
Un beso, por ejemplo, puede provocar repulsión, odio, amor, disgusto o todo lo contrario; puede cambiarlo todo o no significar absolutamente nada. Porque es, tan sólo, un beso. ¡Un beso, por Dios! Puede ser el comienzo de una puta historia de amor eterno joder, de un tonteo de meses... Puede ser causa y efecto, el efecto de años de timidez, de sentimientos oprimidos que nos explotan en la cara, el efecto de un impulso. Pero también es causa, la causa de un tortazo, de una mirada enojada, de una relación de años o para toda la vida. Todo con todo. Nada con nada. Pura cuestión de relacionar.
Además hay besos y besos, señores. Los hay que no significan nada, que son capricho, aburrimiento, la chispa que te falta para no morir de aburrimiento. Pero hay otros, otros... ¡y qué otros! Algunos provocan poemas, canciones... hay esos, que son robados y otros, regalados. Rápidos, lentos; besos que dan lugar a un poco más.
Demasiadas clases de causa para tantas clases de efecto y tener claro cuál es cuál.

A veces, a ratos. No nunca, mas siempre.

A veces te miro
como quien no quiere
mirar,

a veces te sueño
como quien no quiere
soñar. 

A veces te quiero 
como quien no busca
querer.

A veces te extraño
como quien echa de menos
o, como yo, de más.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Todo bien.

Acabas de pasar por aquí, o al menos esa es la impresión que siempre tengo de ti. Te has ido y mejor lejos que cerca, la verdad, pero no te preocupes llegará el día de tu cumpleaños y tendré que felicitarte porque al fin cumplirás algo. Hoy he recordado como era todo contigo, como fueron las cosas entre tú y yo... y vaya desastre. No sé como estuvimos permitiendo esa situación durante tanto tiempo, el caso es que nos cansamos, y menos mal.
Cuesta pensar, a veces, que pudo ser diferente, que también hubo buenos tiempos. Yo no los recuerdo, ¿y tú? Y es genial, porque ahora los caminos se separan y nunca sabrás si volverán a unirse. Ni yo tampoco. Estaría bien saber esos detalles...

viernes, 7 de noviembre de 2014

Nos perdimos sin pensar por qué, sin decir, sin saber... casi que sin querer. Pero así fue, nos quisimos a ratos y nos quisimos siempre, para qué preguntarse si algo así está suficientemente bien. El caso es que perdimos las riendas, los días, los trabajos, hasta que un día también las sonrisas y nos dimos cuenta de que hay algo que no está bien. ¿Qué será? Tal vez su tez, o su ternura. O mi cuello en su pecho. O tanta locura...


martes, 7 de octubre de 2014

Por un mísero adiós.

Es normal. Era lo lógico, lo que todos esperaban que pasara. Me enamoré de ti y tú de mi. Esta historia no podía haber transcurrido de ninguna otra forma. Las personas como nosotros necesitan el uno del otro para poder llegar a donde deben llegar en la vida. O eso creía yo.

El caso es que te necesitaba y mucho, continuamente, todo el rato. Contacto físico, telefónico, incluso por carta. A cada hora, cada minuto, cada segundo pensando en ti. No podría imaginar otra forma distinta de existir... pero entonces todo mi mundo empezó a derrumbarse, con un solo mensaje, una sola pregunta que no me había hecho jamás nunca antes. "¿Será amor?" Y en ese mismo instante dejó de serlo. Dejaron de importar los mensajes, las cartas, los besos, los recuerdos, los regalos, las caricias, los gemidos, los suspiros... dejó de ser importante hasta el más mínimo detalle porque me estaba preguntado si sería cierto eso de que te quería más que a mí misma. No lo era. Lloré, lloramos juntos también. Nos abrazamos, nos besamos, hicimos el amor, pero no era lo mismo. Yo ya no te amaba como pensaban todos que hacía. Porque mientas tú te vestías yo me preguntaba si esos hoyitos en la espalda los tendría alguien más, porque eran una de las cosas que me gustaban de ti. Llegué a pensar si alguien sabría besarme la frente con la misma ternura, o si hay otra persona con la que pudiera mantener conversaciones durante horas sin cansarme.
En esos pequeños detalles he ido descubriendo cosas maravillosas de otras personas y entonces tú dejaste de importar. Simplemente dejaste de ser para mi y yo para ti, dejaste de ser el único para ser uno más porque no soportaba ver como me mentías, como te olvidabas, como dejabas de cuidar los detalles... es que para mí, dejaste de ser tú. Te conocí de una forma a la que no pertenecías, el molde que había hecho en mi cabeza estaba equivocado, me di cuenta tarde pero mejor tarde que nunca, dicen.

Ya no era lógico, ni era normal. No eras tú para mí ni yo para tí. La misma historia con distinto final. Porque las personas como nosotros también tienden a equivocarse una y otra vez en la vida buscando eso que no existe. Porque lo perfecto dejó de serlo hace años. Lo importante ahora no son las primeras palabras, las apariencias, los sí, creo, o los debería. Ahora lo único que importa es sentir desde el corazón.

sábado, 16 de agosto de 2014

"Dicen que el amor imposible tiene su gracia, pero el no tenerte a mi sólo me da rabia(...)"

Y dime tú, qué podría hacerte más feliz que una cena los dos a la luz de lo que quieras.
Porque dime, quién sabe mejor que yo por qué te rindes y en qué te inspiras, quién conoce mejor tus miedos y tus ocho sonrisas.
Quién mejor que yo para 'tí' y tú para 'mí' cuando los demás siempre se han ido, pero yo nunca dejo mi hueco vacío. Quién mejor que tú, para ser feliz. Conmigo.

miércoles, 4 de junio de 2014

¿Dónde estás, amor?

Cansino se vuelve el olvido cuando cuesta tanto olvidar. Pensar ya es lo de menos, lo peor es recordar, seguir soñando a pesar de que fue hace tanto. Y parece que fue ayer.  Te quema la llama que no se apaga y a mí me vuelves loca, cada día un poco más.
Vuelves sigiloso a besarme la nuca. Estás aquí, pero ladeo la cabeza y desapareces. Ahora imagínate que te imagino queriendo imaginar esto, y que sucede y de nuevo caemos en picado al suelo... que por las nubes es imposible caminar.
Pero todo esto podría ser mentira, ¿ a ti esto te asusta o te tranquiliza?

lunes, 12 de mayo de 2014

A diferencia de ti y de mi.

Se vieron como el que ve un lago portugués, transparente y cristalino, llegaron a sus almas por los ojos, a través de sus pestañas obviando todo tipo de cambios físicos que habían sufrido, se conocen más allá. Aunque están más guapos, mayores, con cortes de pelo diferentes, y eso los vuelve aún más interesantes. Llenos de energía pero a la vez tan lejanos... cada uno a una orilla del océano desde el norte de España hasta el sur de América, tantas olas ya habían pasado en sus vidas que saben poco y se han perdido mucho.
Les lloran los labios palabras de amor perdido, les hablan de echar en falta, de soñar continuamente con otros y de las ansias del reencuentro. Los llaman amantes perdidos, ya que lo poco que se encuentran debaten sobre lo que huyen, sobre lo que se esconden, siempre andan buscando el uno al otro pero cuando se cruzan sus miradas se evitan, buscan el roce pero salen corriendo.

Tú siempre me has dicho que el amor se puede dejar para más tarde. Pero no se puede, porque al final desaparece y se vuelve cariño y el cariño nunca es suficiente, amor.




                          Nosotros.

viernes, 9 de mayo de 2014

hacer qué

Quisiera que fuera fácil escribir algo que transmita alegría, algo que dé juego al amor, algo que reanime la sonrisa.
Quisiera saber formular la oración exacta para hacerte reír.
Quisiera darte motivo tras motivo para empezar un año más, mucho más feliz.
Quisiera una estrella del cielo en mi habitación.
Quisiera tener respuestas a todos tus males y a todas tus quejas.
Quisiera ver un arco iris todas las mañanas al abrir los ojos y el horizonte sobre el mar.

Pero todo eso, ¿para qué? Si ser feliz no es tener las respuestas a todo, no es poseerlo todo. Ser feliz es saber que hay alguien que va a estar ahí. Es no tener nada resuelto. Yo sólo sé que tengo una sonrisa y lo único que espero es otra de vuelta!!!

martes, 6 de mayo de 2014

Quiéreme si crees que puedes, si crees que eres capaz.

El primer problema es el primer sueño. Los problemas también son positivos porque nos hacen ir hacia adelante, siempre persiguiendo el sur porque es aquí donde sale el sol y hace calorcito.
Que seas un problema me queda claro porque lo único que hago es tropezar contigo, pero si los sueños son problemas los problemas nos hacen avanzar. Auuuuuuunque claro, yo solo elijo avanzar si es a tu lado, cerquita de ti, al filito de tu espalda, en el punto central de tu mirada... por eso me pregunto si avanzo o tropiezo, un día es bien y al siguiente ya eres mal. Decide tú qué hacer conmigo porque yo no quiero nada y lo quiero todo, me conformo pero siempre pido más. Dame un beso, cántame en silencio, óyeme sin mirar... caricia va caricia viene y de nuevo ando tan perdida con los instantes que espero pero no me das, con las lágrimas resecas, muy saladas, me trago la angustia como el pez se traga el mar porque es mi aire y mi aliento, es mi sed y mi alivio, es mi fuego y es mis dudas, es mis miedos, mis inseguridades, mis principios vivos y perdidos, mis finales...


es quien soy cuando le beso, cuando le toco, cuando pienso en él.

domingo, 4 de mayo de 2014

Cero y medio, casi ya!!!

Es totalmente increíble, he llegado a ese momento en el que tienes tan claro lo que quieres que lo quieres lo más pronto posible, lo quieres a diario, a todas horas y siempre contigo. Ves que no quieres algo, porque hay demasiadas cosas que puedes comprar, y eso no interesa. Quieres sentir un suspiro, la sombra en tu camino, el sueño en el hombro de aquel que nunca se acostumbrará a verte llorar. Ya lo sabes, sabes que en este momento lo único que te interesa es lo que pasa por su cabeza, que puede no preocuparse por nada porque nada te falta si le tienes a él.

Pero una vez más, me preocupa no saber qué puede pasar... si todo lo que quiero podrá ser verdad.

martes, 22 de abril de 2014

Capítulo cero.

El entusiasmo no hace que todo sea fácil, ni mucho más simple, ni más barato... pero déjame abrazarte como nunca hizo nadie, déjame soñarte para poder recordarte, déjame besarte para hacerte sonreír, déjame quererte... y dejaremos de buscar a quien nos haga más feliz.

domingo, 20 de abril de 2014

Para ti.

Había buscado todo este tiempo la felicidad en lugares desiertos, en lugares lejanos, en lugares concretos... había soñado, a veces, que estabas aquí al lado de mí, pero estuviste todo el rato tan lejos. Hemos creído querernos cuando a penas sabía de ti, y tu de mi. Nos equivocamos tanto, que ya cada vez importa menos el tiempo que había pasado, porque ha sido tiempo perdido y tiempo encontrado porque a la misma vez que soñabas con otra, estabas conociéndome más... a tu lado. Pero sin hacer caso, habíamos perdido todo el sentido que antes le habíamos dado y en vez de avanzar nos quedamos parados. Más tiempo y espacio, más sola que nunca, más insegura y más perdida de lo que había estado jamás cuando has vuelto para hacerme ver, donde estaban mis principios y mis virtudes, por cuánto me habías querido, por lo poco que me habías dejado. No sé si será gracias a ti o a mi misma, tan egoísta, pero prefiero pensar que aun tenemos tiempo de ir a buscar aquello que nos une porque es lo único que no podrá mantenernos separados. Y solo nos falta, saber lo que es.

viernes, 14 de marzo de 2014

Hey! I'm in love. Sure. Not.

Estoy atrapada. Atrapada entre lo que quiero y lo que tengo, o hipotéticamente puedo tener. No me conozco o lo hago demasiado poco, porque me estoy equivocando todo el tiempo. Ya no beso, porque besar ranas no está en este cuento. Solo me ahogo en un mar de dudas que no hace más que volverse más hondo a cada paso que doy; resulta que no soy la sirena de nadie. Tantas emociones a veces son beneficiosas, pero seguramente necesiten salir a besos no pueden, tal vez sea eso lo que las mantenga presas en esta cárcel de no lágrimas. No sonrisas. No abrazos. Mantienes a todo el mundo alejado y de repente te das cuenta de que los demás siempre tienen a alguien, pero mientras tanto tú estás sola. Completamente sola. Sola, sola, sola. Tres veces sola. Más de tres.

No por capricho sino por desconocimiento, o por crueldad, o por egoísmo tal vez. De un momento a otro se caen todos los edificios de este mundo que has construido, incluso el de tus sueños cumplidos. Resulta que ya no aporta, ya no interesa todo aquello que anteriormente te había reconfortado tanto. El corazón roto duele ya demasiado, pareces haber pasado página como quinientas veces ya en toda tu vida tan corta pero no, los trozos siguen repartidos por todas partes esperando a que alguien los recoja y vuelva a abrazarte tan fuerte como para que puedan volver a unirse de nuevo. Pero si no dejas salir a nadie, nadie podrá entrar. Eso está claro, ni tú misma. ¿Significa eso que estoy atrapada dentro de mí? ¿He llegado a tal punto de no dejar que nadie saque algo bueno de mí? Y sola no puedo. Nadie puede. ¿O yo sí? Yo, yo, yo. Siempre conmigo y nunca contigo.

martes, 11 de marzo de 2014

Contando los besos que no me das, esos también se cuentan hoy.

Crees que conoces a alguien y cuando algo con lo que contabais cambia, te das cuenta de como es realmente.
La carretera estaba vacía, la niebla era todo lo que podía ver desde mi ventana. El autobús no había parado en todo el viaje porque hacía tanto frío que probablemente tan solo con salir de él ya nos hubiéramos congelado todos, incluidos nuestros mocos y nuestras lágrimas. Estoy segura de que hubiera sido el viaje más largo de mi vida, pero entonces hubo algo que no dejaba de entrar y salir de mi mente, como una proyección de algo que ya había vivido en momentos anteriores, como esas ideas de las que no consigues librarte por mucho que lo intentes y por muchas otras actividades que hagas. Esa idea eras tú.
Pero cómo iba a saber yo que ya te había conocido y cómo iba a pensar que tu y yo... si tu... es increíble. Y qué otra cosa podría hacer, bajé del autobús a riesgo de morir congelada y me monté en tu coche. Te conocía desde siempre, no podría pasarme nada a tu lado, además te echaba de menos, por muy malo que podría parecer tenía que volver a darte la oportunidad que tantas veces hubiera deseado que me hubieras pedido... y estabas ahí, para salvarme de la peor elección que hubiera realizado jamás.
Pero entonces simplemente paraste el motor y tus ojos se volvieron más fríos incluso que el propio invierno, más grises que la niebla, todo tipo de sentimiento había desaparecido y las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas. Creí conocerte, creí estar en lo cierto cuando decía que algún día volverías...

Ahora que he despertado en esta habitación tan oscura y no distingo si es la mía propia, por esa milésima de segundo que pasa entre que abres los ojos y aún los tienes cerrados pero tu mente ya está despierta, había pensado que era cierto aquello que había soñado, tus caricias eran mucho más reales que los recuerdos tibios que conservo de ti. Pero creo que estaba soñando, tal vez lo esté haciendo ahora... vaya tortura la mía dormir mientras sueño, soñar mientras vivo porque no hay nada en esta vida que valga más que un sueño cumplido.

lunes, 17 de febrero de 2014

¿Qué sería de mi vida si fuera a tu lado? (IV)

Vaya cosa. Nos pusimos los zapatos como quien no quiere la cosa, y empezamos a reír. Me resulta tan raro tenerte aquí conmigo, la distancia siempre nos había mantenido separados. La cena estaba rica, tal vez un poco grasienta para mi últimamente, tan refinado estómago. Siempre hemos tenido gustos diferentes pero este restaurante nos agrada a los dos. Cuando venía aquí, recordaba tus sorbos al agua fría. Y, ¿recuerdas cuando te cantaron cumpleaños feliz? Yo aún no he logrado olvidarlo.
Las calles están más bien vacías para lo que suele ser este lugar en verano. Está todo nevado, será por eso, pero yo no tengo frío, nunca tengo frío a tu lado...

Realmente me impresiona tu capacidad de olvidar todo lo sucedido, comprendo que yo, tan enamorada, no me diera cuenta de todo aquello que realmente me estabas causando... pero ¿tú? Tú sabías perfectamente que todo lo que hacías era para hacerme más y más daño. ¿O me querías? Siempre queda esa esperanza, ese instante de fe que me dice, que cada vez que volvías, cada vez que me hablabas, era porque realmente me echabas un poco de menos.

domingo, 16 de febrero de 2014

¿Qué sería de mi vida si fuera a tu lado? (III)

Me miras y te miro. Te intentas marchar pero no te dejo. Pero tampoco hablo. Tan poquito sueño ya contigo. Aún así me perteneces en estos instantes de fe que, a veces, vuelven a mi cabeza.
No cabíamos demasiado bien en ese portal, había poco espacio... pero es una historia que merece ser contada. No sabría decir si estabas ahí por voluntad propia o porque ya te acabé dando mucha pena... pero allí estabas tú, y estaba yo. Fuera llovía, de hecho teníamos el pelo empapado y las manos congeladas. Había unos cinco centímetros entre tu boca y la mía, entre tu nariz y mi nariz, entre tu cuerpo y mi cuerpo, pero fueron los cinco centímetros más largos de mi vida. Y no pasó nada, absolutamente nada. Aseguramos que sería el fin... en cambio esto nunca acaba. Me dijiste que habías aprendido tanto conmigo, y yo no aprendí nada.
Y así.

Me hice vegeteriana el verano pasado.

Digamos que me apasionan los domingos y jugar al tres en rayas. Digamos también que las fresas solo son fresas en forma de batido. Y digamos que las buenas fiestas solo son aquellas en las que te mueres por volver a casa.

Habrás pensado que estoy loca, y habrás jurado no volverme a hablar... pero ten por claro que lo que digo no siempre va a ser verdad.

martes, 11 de febrero de 2014

No uno, sino cincuenta suspiros.

Sueltas un te quiero al aire, como el que suelta un suspiro, como aquel que dejó caer un avión de papel. Y sonríes. Sonrío yo también, ¿qué otra cosa puedo hacer? Me lo estoy creyendo, me lo creí desde antes de haberte conocido. Es como si ya te conociera siempre. Mientras, sé tan poquito de ti. Me basta con saber que mides cada paso cuando andas, que no tienes nada planeado pero todo te sale tan bien, porque le pones ganas. Y al final no importa lo mucho que me llames, solo las caricias a la espalda. Y esas miradas en las que me pierdo y me cuesta encontrarme. Una ráfaga de viento en mi pelo... y te quedas como embobado, como ausente. Como un niño al que le acaban de contar una mentira, y se la ha creído. ¿Seré yo tu mentira? Tal vez sea tu verdad. ¿Y qué haremos cuando nos perdamos? Tal vez encontrarnos... o tal vez seguiremos buscando siempre.

jueves, 6 de febrero de 2014

¿Qué sería de mi vida si fuera a tu lado? (II)

La mirada que desprendían tus ojos estaba llena de rabia y dolor, ahora entiendo que te costara decir cualquier cosa, entre dientes empezaron a salir palabras de tu boca:
- El desayuno de ayer me dejó preocupado, no articulaste palabra en toda la mañana, ni por asomo apareció tu típico mal humor, ni tu sonrisa al dar el primer sorbo al café ardiente. Habías dormido en el sofá, y pude llegar a entenderlo, no me diste los buenos días, lo cual también comprendo, pero tampoco comentaste las injusticias del mundo que veíamos en las noticias, lo cual no me dejó indiferente; tú siempre tienes algo que decir... y yo solo escuché el silencio y el murmuro de la calle tras la ventana de nuestro apartamento.

- No tengo fuerzas para permitirte ocuparte de mí, como otras veces habías hecho. Necesito un espacio que me deje completamente sola. ¿Te han hablado alguna vez de la "zona de comfort"? Es una zona en la que estamos cómodos y a la que estamos acostumbrados, es esa zona que conocemos y de la cual no queremos salir. Yo no quiero salir de la mía, y la mía soy yo misma, yo sola. Yo, yo, yo... lo egoísta para mi mente es lo más fácil, lo más seguro. A ratos no soporto mi soledad, pero generalmente es donde, por más tiempo, me siento bien. Es evidente que mi compañía solo es buena para quien no decida entrometerse, y todos lo hacen.

- ¿Qué puedo hacer?

- Perderme para tenerme y olvidarme para recuperarme. Aunque nunca funciona. No es demasiado sano. Aún nunca ha funcionado.


Saliste de aquella cocina con la mente ausente,  no pude intuir lo que estabas pensando ni por un segundo... pero me daba igual. Hice mi vida aquella mañana, como si no hubieras existido jamás.

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Qué sería de mi vida si fuera a tu lado?

Caminas lento, arrastrando los pies por los pasillos de casa. De esta casa que me resulta algo más que familiar. A ratos te dejas caer en alguna de sus paredes y vuelves la mirada hacia mí, una mirada dulce y preocupada, o tan solo preocupada. Y sigues hasta llegar hasta el final del pasillo para meterte en la cama. En nuestra cama, que esta vez es mucho más tuya que mía, porque huí de ti, así mismo huí también de ella.
Y cierras la puerta, me dejas fuera de todo ese mundo que habíamos planeado juntos, pero no porque quieras hacerlo así, más bien porque yo lo he querido alejándome cada vez más. Y me prometiste que me dejarías volver, porque hay que dejar volver a las almas perdidas, pero el problema es que yo no quiero volver al mismo maldito punto en el que nos quedamos...
Dime tú ahora: ¿Qué hago yo sin ti? PERO, ¿Qué coño hago yo contigo?





Esta vez, un beso no arregla los problemas del alma.

lunes, 3 de febrero de 2014

El punto sobre la i.

Me he cambiado de zapatos, porque estoy harta ya de caminar. Me he calzado un par de huevos para poder sobrellevar mejor esta vida que me pesa pero me alegra tanto, esta misma vida que es larga pero corta, que es dulce pero amarga... que es tan mía, que a veces dudo si soy yo la que la tiene o es ella quien me tiene a mi. No consigo conciliar el sueño por las noches, porque se me hacen cortas, porque siento que pierdo tanto tiempo mientras duermo. Recuerdo que hace dos años pensaba que si dormir me hacía feliz, no importaba cuanto tiempo perdiera haciéndolo, porque era eso lo que quería hacer. Pero en cambio ahora... ahora me parece que cada minuto se va volando, porque volando es como estoy viviendo, lo surrealista que me está resultando esta época no es ni medio normal.
A veces hablo demasiado porque pierdo el sentido de cualquier razón, otras veces solo callo... porque no sé ya ni que decir a tanta hipocresía que tengo delante. A tanto talento perdido y a tanto sueño roto. ¿Por qué nos tocará vivir ahora cuando todo está tan mal, tan feo, tan difícil y tan obsoleto y vacío de sentimiento?
Hemos perdido la ilusión. Cada palabra lleva odio incrustado. Pero cada letra, en cambio, es puro amor. Porque son las letras las que dan la forma a lo que queramos transmitir. La melodía de los libros, son las letras. Y podemos componerlas como más nos guste... formando cualquier cosa.

viernes, 17 de enero de 2014

Vayamos a reírnos a cualquier parte, y a llorar también.

He soñado con tu piel y con tu aliento
con tus aires y con tu sed,
con el desafío en tus ojos
como en pocos ojos pude ver.

Que he soñado con la rosa blanca
cuando me la diste tú, antes de ayer.
He soñado con tu cuerpo y con tus sueños
con tus dudas, con las mías.
Con la dorada miel.
Miel que dejaste en mis labios,
y sigue siendo tan dulce...
como amarga, como ansiosa,
como tantas ganas las que te tengo
tantas ganas de llorarte y de reírte,
de sentirte y de pensarte...

                       ...de amarte. Hoy... y ayer.

miércoles, 8 de enero de 2014

Te sientas en un lugar apartado de gente común, de gente corriente y te das cuenta de que no a todo el mundo le gusta un bolso de Loewe, saliendo del mundo en el que sueles moverte te encuentras perdida entre tantas opiniones diferentes, tantos gestos de gratitud y respeto te imponen nada más llegar. Es increíble como los sueños de otros difieren de los tuyos, no todo el mundo aspira a lo mismo. Y me animo a volver a escribir sobre lo escrito, a hablar de nuevo de algo sobre lo que ya ha quedado todo dicho. Y tan poco consuelo para tanto llanto en un lugar de locos, en un lugar donde miro por lo mío y tú por lo tuyo pero de nuevo me sorprende tu calidad de sentimientos, o mejor dicho, su cantidad. La cualidad de estar siempre pendiente es algo que me cuesta aún asumir. Acostumbrada a la independencia, a la soledad en la continua carrera de vivir más rápido, para no pensar. Me cuesta asumir eso que esperas que ya tenga más que asimilado. Esa continua espera de algo inesperado, de un cuento, de una historia real. Aunque parezca mentira no es la.primera vez que la realidad supera lo imaginario.
Era muy surrealista pensar que... en cambio, hoy es tan natural. ¿Cómo afrontar la realidad que no deja de lado casi nada? La felicidad cuando llega de golpe también pesa, como pesan los años, como pesan los sueños que tratamos de cumplir y fracasamos, como pesan las lágrimas de una madre desesperada, las de una chica enamorada, las de los sueños rotos y los sueños cumplidos, porque la risa también pesa. Y a mí me pesan los daños mucho más que los propios años, y estoy perdida. Muy perdida. Mucho más perdida de lo que esperaba.