Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

martes, 30 de diciembre de 2014

Pocas cosas he visto yo tan claras. Llámala.

Es casi posible.
Cabe la posibilidad de que fuera posible si... de que fuera posible cuando... de que fuera posible porque...
Si hay lugar a duda; es posible. Si hay un hueco, un minuto, un silencio, es posible. Y como la ley de Murphy "si algo puede salir mal, saldrá mal". O no.
Entonces si existen tantas posibilidades, si el "no" ya lo tienes y si no haces más que pensar en lo mucho que lo deseas. ¿A qué estás esperando?



"La llamo o no la llamo" - Una duda en seis palabras.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Y para estar total, completo,
absolutamente enamorado hay que 
tener plena conciencia de que 
uno también es querido, que
uno también inspira amor.

Mario Benedetti

viernes, 26 de diciembre de 2014

A muchos centímetros de...

Desaparecer sería una bonita forma de dejarlo todo tal y como está, sin estropear nada, sin esperar más de lo que realmente hay, sin temer el fracaso. Estaría bien aparecer en un lugar apartado para poder pensar en todo este año que dejas atrás y ver si hay una sola que cosa por la que merecería la pena volver, porque estaría genial que la hubiera, una cosa por la que dejar de sobrevivir y empezar a hacer las cosas de la forma correcta, con un objetivo, con una ilusión que hace años que no se pasa por aquí. Tal vez la vida consista en eso, en caer y levantarse, en volverse a caer y volver a levantarse, pero yo me pregunto... ¿Levantarse para qué?

lunes, 22 de diciembre de 2014

(...) ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenáronse de lágrimas tus ojos. (...)

Besos, Gabriel Mistral 
Tan frágil como una pompa
como un juego de cristal.

Tan frágil como la risa de un niño,
como el pétalo de un clavel.

Tan frágil como un corazón,
como un corazón aun latiendo.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Donde hay un final, donde están los principios. Donde habita el olvido, me encuentro yo.

Puse el corazón en pausa, sin remordimientos, sin recuerdos, sin virtudes de los demás, sin sueños. Puse el marcador en 0,2 y empecé a recordar. Dónde empezó todo esto... ¿cuándo? Y vuelvo a tí, porque el asesino siempre vuelve al lugar del crimen, pero también las víctimas. La mente te la juega y vuelves a estar ahí, en el momento exacto donde comenzó todo y te das cuenta de que parece que no hace tanto, lo recuerdas como si hubiera sido ayer mismo. Todo parte de nosotros, de un concepto que se ha extinguido con el tiempo y con el llanto. Ahora es cuando te preguntas cómo cojones podrías volver a sentir lo mismo, pero a decir cosas diferentes, a actuar de forma distinta para ver, si eres capaz de cambiar algo de aquella historia. Pero es posible que todo hubiera sido exactamente igual, porque dos no pelean si uno no quiere. ¿O si? Ahí está la eterna duda de saber si hubiéramos sido capaces de salir del paso de forma diferente, sin causar todo ese desastre que parecía que no iba a terminar nunca. Y aquí estoy que parece que todo ha terminado, ni una chispa ya, ni una sonrisa, ni una sola lágrima más, después de todo no era para tanto... En cambio para tan poco ha sido demasiado, no sé si me explico.
Cada certeza ahora es más cierta, cada mentira ahora es más engañosa y cada caricia ahora es mucho más dura de lo que fue... ¿significa todo menos o más? El dolor se minimiza, se magnifica, desaparece. Silencio.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Estás buscando la única forma de no ser tú mismo.



La soledad es un lugar maravilloso por el que puedo pasear horas, días, incluso semanas... es un sitio confortable, con calefacción, donde se está muy agustito. Es muy cómodo, porque es, como quieres que sea. Tal y como está estructurada la Idea en tu cabeza, tal cual lo piensas, así se presenta. También es silenciosa, la soledad no molesta, no chirría, no discute, no comenta... no dice nada, no habla. No es alguien, es nada, es vacío. Un vacío lleno de tí, de tus muchos tú. De tus manías, de tus recuerdos, de tus sensaciones más intrépidas, de tus miedo e, incluso, de tus alegrías. Es la dueña de tí y de todo tu ser al desnudo, al completo, bailando al ritmo de su melodía punzante que no deja de poner los pelos de punta, porque es única, solo tú la entiendes porque tan solo tú la escuchas. Está en ti, en tu ser, en tu cerebro, en tus sentidos...
Además, es consuelo, siempre te entiende y te ayuda, es la única que comprende tus razones, no necesitas enfrentarte al mundo por ella, porque es tuya y siempre lo será, de nadie más. Ni el ser más inteligente del mundo puede entrar en tu soledad, solo te pertenece a tí. Aunque pueden robártela y no hay nada más duro que no tener ese instante tuyo propio, donde sofocas el llanto y sueltas un suspiro de tranquilidad. Donde nadie te ve, ni te oye.
Aunque la soledad es uno de los lugares más maravillosos del mundo, uno no puede quedarse en ella, porque la vida ni se acaba ni se empieza ahí. A pesar de lo que digan, nacemos rodeados de gente, morimos rodeados de ella y vivimos rodeados también. Te guste o no.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Cuánto deseo, no solo por Navidad.

Nos cansamos de pedir salud, dinero, amor... nos cansamos de desear, de hacernos promesas a nosotros mismos. Yo me canso de estar siempre queriendo algo. Pidiendo cosas que no llegan, acontecimientos que no suceden, situaciones que no se producen. Más y más deseos desechados en la papelera. Podría formar una montaña tan grande como el Mulacén con las cosas que tengo pendientes. Siempre mil millones de pensamientos en la cabeza ¿para qué? Cuando lo más importante del mundo, lo tenemos ante nuestros ojos...

sábado, 6 de diciembre de 2014

Hay un momento en el que dejas de pedir, solo quieres dar. Dar lo mejor de ti, hacerlo lo mejor posible, compartir solo lo bueno con personas que crees que se lo merecen todo. Porque son personas que, en algún momento, te han cuidado, te han apoyado, te han prestado su hombro para llorar o simplemente te han hecho reír. Esas son las personas que valen la pena, por las que vale la pena luchar y las que se merecen un trato especial.
A mí me ha dado por mimarlas, a mi manera, cuidando detalles... habrá quien se de cuenta y quien no, pero no importa, porque se lo merecen.
Esto, todo esto, es porque estoy dejando de darle importancia a los que no, para darle las gracias a los que sí.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Queremos un futuro. Tenemos un pasado. Queremos cumplir sueños. Tenemos sueños rotos. Queremos romper corazones. Tenemos el corazón roto. Queremos ser ricos. Tenemos los calcetines rotos. ¿Podría ser al revés?