Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

domingo, 14 de febrero de 2016

Obsoleto queda.

Si acaso fluye el ritmo del suspiro en el interior del cielo, de mi cielo propio, independiente. Fluyen las hojas que van cayendo de los árboles porque ya es otoño y que no se te olvide llevarme contigo en la maleta o en la cabeza, mi amor. Si diera largos paseos por tu cabeza, en tu mirada la mía. Si saliera a juego de tu sonrisa y tú de la mía. Si en vez de ponerme ropa me pusiera contenta, si en vez de llevarte arrastras te llevara con ganas. Si fuera verano en pleno enero por tu piel. Si estuviera siempre presente, en cada decisión que tomas, en cada caña que bebes, en el reflejo de la luna en el charco que estás pisando. Si fuera la llave y la clave que todo lo abre, que todo lo cierra, que destruye los monstruos, que los ahuyenta, si fuera la brisa, sin prisa, que pasa por tu cascada de dudas. Si fuera aquello que no esperabas y que sin esperarlo comprendes que es lo que estabas buscando. Si quisiera ser algo más, mucho más que menos, si quisiera robarte un beso antes del último porque siempre sienta como el primero y que nunca acabara la lucha entre tú y el tiempo. Si fuera aquello que te salva y que te tranquiliza, si fuera un desahogo para el alma, que llena y que vacía al mismo tiempo. Si fuera la verdad más cierta y más verdadera, si fuera una mentira camuflada para acabar en sorpresa. Si fuera una estación en la que siempre te encuentro esperando, sonriendo, riendo, caminando con gracias, despreocupado. Si fuera una canción, o todas las que escuchas, si fuera cada frase que lees, cada fecha que encuentras en el calendario. Si fuera como el aire para colarme entre las rendijas de tus puertas. Si fuera el reflejo de un espejo, de un cristal, de cualquier escaparate. Si fuera el principio y el final de un poema de tí y de mí que nunca se llega a terminar.
Pero me lo gano con mi inteligencia, no con mi amor, no con amor.