Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Me siento presa de lo que creo que necesito, de lo que creo que tengo que tener, de cómo creo que tengo que conseguirlo. Estoy totalmente presa dentro de mí, dentro de cómo pienso que debo hacer las cosas. Atrapada sin poder dejar libres los actos, sin dejar volar la imaginación, sin hacer uso de mi impulsivo carácter. Me estoy reprimiendo de todo. 
Ante situaciones amenazadoras sustituyo el quiero por el debo, ¿por qué? Me ha costado años de duros golpes aprender que solo hay un momento y ningún otro será como aquel que ya ha pasado, pero aún así sigo sin aprovechar las situaciones que se me pasan por la cabeza. Ideas no me faltan, pero si ganas... a veces llevas tanto tiempo tirando de todo el mundo que en algún momento necesitas a alguien que tire un poco de ti, porque estás cansada. No quieres grandes emociones, ni nervios, ni mariposas revoltosas en tu estómago. Quieres tranquilidad, compartir un silencio. Soltarte el pelo y sentirte libre, quitarte ese jersey que tanto te pica. Necesitas calma, consuelo, un beso pausado, una caricia en el cuello. 
En fin. 

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