Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

lunes, 3 de agosto de 2015

Básicamente no hay una base para esta frase.

De repente hay algo que te obliga a que pares, te obliga a poner los pies de nuevo sobre la tierra y respirar, abrir los ojos y volver a mirar hacia adelante con una sonrisa, con una ilusión, volver a sentir que hay algo por lo que vale la pena vivir, por lo que vale la pena luchar, por lo que vale la pena o la alegría levantarse cada mañana y madrugar. No puedes parar de pensar en como sería tu vida si lo hubieras tenido hace dos años o dentro de cuatro, ya no luchas contra ello, no te reprimes, no llamas a otras puertas, cierras ventanas, saldas las cuentas y no me mientas, porque sé que no lo esperabas, no estabas ni pensando en ello cuando se ha puesto en tu camino, en el momento más indicado, en el momento en que andabas perdido, en el momento que todo lo demás tan solo era un montón de ruido, de gente corriente, de sonrisas pendientes, de sueños rotos y de caminos perdidos, mucha mierda para tan poco pasillo.
No quedaba demasiado de aquella parte de mi que sabía que podría, que sabría que sucedería, que sabía que estaba ahí y si algo está para ti, no se puede ir. Porque siempre vuelve, vuelve tarde pero vuelve, siempre vuelve si por el bosque o por el frío se pierde y si no ha vuelto resulta que aparece porque no era aquello y es esto, es lo que no creías que sería, lo que en la oscuridad te guía. Y si pudiera, por un momento, pensar en todo esto, no me lo creería pero hay algo en ti que me sube la energía, hay algo en todo esto que poco a poco va teniendo argumento.

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