Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

sábado, 15 de agosto de 2015

Si fuera suficiente, si fuera fácil, si fuera verdad.

Me sentí vacía cuando te vi marchar, en el justo momento de dejarte ir me di cuenta de que no estaba haciendo las cosas bien, tenía que haberme quedado a arreglar esta situación contigo y no dejarte solo con todo el percal. Te he dejado solo y por eso hoy tengo la culpa de lo que ha pasado, porque no estuve a tu lado cuando necesitabas que estuviera, porque no sube escucharte porque no paraba de hablar de mis cosas de mis tonterías y tus cosas importantes eran mis cosas del montón, pero no me daba cuenta, no veía lo grave que era dejarte solo con esto. Pensé que ya era hora de que alguien me resolviera los problemas pero no tú, no tú solo. No tú, cuando eras tú el que necesitabas de mi ayuda y nunca habías tenido culpa de nada de lo que me había pasado antes. Pero has tenido que pagar por todos esos vasos rotos, por todos los ojos rojos, has tenido que pagar tú por todo el daño, y no lo merecías, y no tenías la culpa, pero no te has librado... ni siquiera has intentado engañarme y ahora sé que lo hacías de verdad y que era verdad todo aquello que decías y yo escuchaba a medias. Tenías ganas, tenías ilusión, fuerza, pero también estabas lleno de debilidades que de un momento a otro iban a llegar y han llegado, por eso no debí dejarte solo con todo esto y lo hice. Tu vulnerable corazón no ha resistido la presión que estaban ejerciendo las circunstancias y te me has ido, lejos, solo, a la deriva de algo mejor cuando lo mejor es el amor verdadero, cuando lo mejor es el sentimiento sincero y sabes que eso no lo tiene todo el mundo, lo difícil que es de encontrar y tú y yo girando en esta noria. Pero te vas. Ya te has ido. 
A veces con amar no es suficiente, a veces con pensar que va a salir bien no es suficiente. Hay que tener coraje y fe y esperanza, hay que tener los pies en la tierra para poder subir a ese cielo que creíamos haber alcanzado con solo mirarnos a los ojos. 
Te he perdido pero no sé si más te he perdido a ti o me he perdido a mí misma, porque puede que no sea cierto que necesitamos otra mitad para estar completos, pero una vez que la conoces, ya no puedes volver a vivir sin ella como si nada hubiera pasado. 

Si vuelves aunque sea tarde, vuelve a llamar que esta vez me despierto y te escucho. Ojalá no acabe así. 

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