Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

martes, 12 de mayo de 2015

Qué no hacer para haceros felices o cómo ser quién quieres ser.

Imagino que camino por un camino perdido, y no me siento sola, ni tengo miedo, no he pensado ni una vez en volverme hacia atrás. No hay nada que me detenga pero tampoco hay nada que me haga caminar, esa es la verdadera experiencia de la libertad, tener la posibilidad de seguir, si quieres seguir, o si, en cambio, prefieres rendirte. Esa es la real posibilidad de ser tú mismo, poder rendirse sin avergonzarse de ser cobarde, porque para la rendición y para asumir las consecuencias también es necesaria cierta dosis de valentía, es la verdadera posición de una persona que es dueña de su propia vida, sin miedo a las represarias, sin miedo a los que se dedican a juzgar, sin miedo a las opiniones ajenas, sin miedo a todos esos que tienen algo importante que decir sobre qué debes hacer o no hacer con tu propia vida.
Todo el mundo tiene el derecho de juzgarte, todos tienen poder sobre tu vida, todos pueden decirte lo que tienes que hacer, cómo hacerlo mejor... deja de tomar drogas, se amable, saluda a los vecinos, no robes, no mientas, no engañes, ama, se sincera, trabaja duro, no esperes mucho.
Todo el mundo tiene algo que decir sobre las decisiones que estamos tomando, pero todos seguirán haciendo lo que les viene en gana. Y tú si no vives tu vida, ¿cuál vas a vivir? ¿la suya? Porque la única que no va a salir viva de aquí, sin haber tomado las riendas de la vida, eres tú.

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