Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

domingo, 18 de enero de 2015

Seguro que un hombre no lo ve así, pero yo si fuera él; sí.

Caminas a orillas de ese mar que nos junta y separa, el que nos deja estar un ratito más y el que nos aleja. Esta vez, conmigo. Caminas delante mía, decidida, no te ha sentado bien la noticia que te he contado, no te ha gustado saber que no me volverás a ver.
Lo había pensado durante semanas, no sabía ni por donde empezar, pero tenía que soltarlo... porque las verdades cuando te las callas mucho se convierten en mentiras.
El sol tiñe de reflejos tu cabello tan dorado, solo de pensar el olor que desprende tu pelo me pongo tremendamente malo. ¿Cómo es posible que esté haciendo esto? Tu piel tan dulce como la miel, tu aroma a gel, el sueño de todo hombre es tenerte al lado, y yo te estoy dejando.
De repente paras, miras fijamente la línea que no existe, que separa el cielo del mar, te giras, llorando, y no haces otra cosa que decir lo triste que estás, sin hablar, porque la tristeza se te sube a los ojos... y te veo, tan frágil, tan débil, tan destrozada y resulta que estás más desnuda que nunca, más incluso que todas esas veces que te has paseado por mi piso sin ropa. Te veo por fuera, por dentro, en todos los sentidos... creo que estoy entendiendo que he elegido lo que prefiero perder, y eligiendo irme, me he equivocado.

¿Será tarde?

No hay comentarios:

Publicar un comentario