Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

martes, 27 de enero de 2015

Recuerdo como llovía, tenía los pies empapados, la ropa mojada y estaba a punto de estornudar. Tengo que decir que es la cosa más bonita que había visto jamás, con el cabello mojado por la lluvia y las mejillas sonrojadas por el frío. No había ningún lugar, persona o cosa que pudiera gustarme más que ella en aquel momento. Y entonces lo soltó, dijo las dos palabras más cortas y más duras que hasta ese momento había escuchado "te dejo", yo no supe dónde meterme, las lágrimas a penas brotaban de mis ojos pero el dolor que sentí en el pecho era incalculable. Sentí como si estuviera cayendo desde un acantilado lleno de rocas rebotando contra mi piel. 

Así creo que él lo recuerda, yo solo recuerdo que me llevé toda la noche pensando la manera de dejarlo, pero no encontraba ninguna forma mejor, no veía la manera menos dolorosa y más simple, hasta que no tuve más remedio que hacerlo así, brusco, doloroso pero rápido. La verdad siempre acaba doliendo, pero mejor eso a seguir engañándonos. Hubiera preferido que me clavaran mil agujas en cada parte del cuerpo, porque nunca es fácil acabar con una historia que empezó con un beso y desembocó en años de amistad y amor. Ahora perdido el amor, perdida la amistad y a veces hay cosas a las que tenemos que renunciar... son como los bienes complementarios, uno sin el otro carece de sentido. Cuando el amor se fue, no pudimos volver a donde habíamos empezado, porque ya habíamos hecho un pacto, el pacto de los amantes, el pacto del todo por todo, de una vida llena de otra... roto el pacto, se rompe el consuelo, desaparece el amor, desaparece el llanto y todo acaba en un tremendo silencio que no hacía más que romper nuestros corazones en pedacitos cada vez más pequeños. Tras eso, lo único que esperas es que llegue alguien que los pueda volver a unir, pero la realidad es que nunca quedarán como antes, porque no hay un amor igual que otro, ni una persona igual a otra, dudo que pudieran siquiera darse las mismas circunstancias...  y no somos nadie sin ellas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario