Cosas que pueden ponerme de mal humor y luego tú.

Pisar un suelo mojado, un cristal empañado, tropezarme, una mentira, cuando no hay leche en el frigorífico y tengo que beberme el cola-cao a temperatura ambiente, a veces, la lluvia, el dolor de oído, el ruido, mi hermana, aburrirme, Elvis cuando se vuelve loco, ordenar mi habitación mientras pienso que está en un perfecto orden desordenado, romper un vaso, caerme de la cama, olvidar cosas, los por cientos en las rebajas, las colas, pescar, alguna gente, las puertas abiertas, cuando el butanero es viejo y feo, morirme de calor en una fiesta, que me toquen el pelo...y podría seguir así, hasta el infinito, porque podría nombrar miles de cosas más...
Pero apareces tú, con tus risas y tus ansias por darme un beso y ahí, es justo cuando entiendo lo poco que importa todo mientras estés por aquí y por allí, conmigo.