Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

sábado, 3 de septiembre de 2011

En un mundo frío todos necesitamos un abrazo.

Finjamos que hubo una despedida, una despedida que separó lo real de lo irreal. Finjamos que ya está todo arreglado, que sabemos distinguir lo posible de lo imposible, o más bien, de lo improbable. 
Siempre supe que sabrías arrancarme todos mis miedos de un tirón, también que podrías volver mi cielo verde si quisieras, o incluso rosa, que taaaaaaanto me gusta. Pero no quieres. Podrías haberme llenado la mirada, pero preferiste dejarla tan vacía como cuando te conocí, ¿te acuerdas? Yo sí, oh... que buenos tiempos. Pero demasiado orgullo tuyo, he soportado ya, sabes perfectamente que cada milímetro de tu piel, cada palabra, cada mirada, acaban cada vez más con mi orgullo y a la mierda, ya estoy harta, lástima que el amor no tenga un diccionario donde buscar cuándo el orgullo es simplemente orgullo, y cuándo es dignidad. Así que yo, por si acaso, abandono. Olvido. Cicatrizo. Tu sabes, vuelvo al mundo real. 
Una última cosa, te lo prometo. Vuelve y al menos invéntate una despedida, finjamos que la tuvimos.

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