Ven pequeña que te cuento un cuento.
Siéntate bien recta, con la barbilla por encima de los hombros de los demás, la mirada fija, una leve sonrisa...ahora atenta, que sólo te lo contaré una vez.
Las historias de amor que he vivido no son tantas como me gustaría que fueran, las locuras que he cometido no son tantas como quisiera, los sueños cumplidos se quedan en pocos y los objetivos de año nuevo están ya más que olvidados. No entiendo por qué quiero contarte hoy esto, ni por qué quise ayer contarte aquello. No sé por qué le llamo a todas horas ni por qué intento saberlo todo. Tampoco comprendo ser tan curiosa ni tan celosa, tengo que admitirlo. Me harden las noches y me escucen las heridas el café me pone nerviosa pero él, él me pone sin más.
Y haz caso a lo que te digo, que esto no es una amenaza, es una advertencia, no es una sola vez la que te enamoras y tampoco te digo que yo lo esté, sólo sé de gente que lo ha estado y ha vuelto a estarlo. Pero yo creo en eso que dicen, que el primer amor es verdadero y los otros son para olvidar el primero.

Como si hubiéramos ganado por habernos conocido.

Hace con la gente lo que qiere, bueno,

hace conmigo lo que quiere...

Y lo sé pero no me molesta,

me gusta saberlo y que él lo sepa.

 Aún así seguiremos haciendo oídos sordos para no quitarle la magia.

Cosas que pueden ponerme de mal humor y luego tú.

Pisar un suelo mojado, un cristal empañado, tropezarme, una mentira, cuando no hay leche en el frigorífico y tengo que beberme el cola-cao a temperatura ambiente, a veces, la lluvia, el dolor de oído, el ruido, mi hermana, aburrirme, Elvis cuando se vuelve loco, ordenar mi habitación mientras pienso que está en un perfecto orden desordenado, romper un vaso, caerme de la cama, olvidar cosas, los por cientos en las rebajas, las colas, pescar, alguna gente, las puertas abiertas, cuando el butanero es viejo y feo, morirme de calor en una fiesta, que me toquen el pelo...y podría seguir así, hasta el infinito, porque podría nombrar miles de cosas más...
Pero apareces tú, con tus risas y tus ansias por darme un beso y ahí, es justo cuando entiendo lo poco que importa todo mientras estés por aquí y por allí, conmigo. 

lo que sientes realmente no puede verse desde aquí

Ya sabes muy bien que irás a miles de fiestas, entrarás en todas las discotecas, irás a restaurantes de lujo, a botellones de vodka del malo, a casas agenas, a cenas románticas, al cine, al parque, a partidos del Barça y a la pizzeria del Italiano. Te liaras con cientos de chicas... te sentarás con la morena de noche en la playa a ver las estrellas, a la pelirroja la llevaras "del tiron" a la cama, ¿a las rubias? Bah, a las rubias las tienes a todas en el bote y las castañas no serán ningun reto. Pero, ¿sabes? En todas ellas veras mi sonrisa, me verás reflejada en cada escaparate, sus expresiones te recordarán nuestros ratitos de risas, recordarás las canciones, pensarás en tus pelis favoritas y no querrás verlas porque tras ellas estaré yo, dejarás de viajar a la nieve,...bah qué importa eso ahora, te cansarás de todo y de todas.
Y ahí estaré yo, tan como siempre pero tan distinta, tan distante y tan fría...tan lejana.Tan cerca pero tan inalcanzable...tan real, como siempre, tan auténtica. Con las mejillas rojas por tu mirada. Pero sin dignarme a dirigirte ni una sola palabra. Tal vez te resulte incluso demasiado orgullosa, pero estaré recuperando el orgullo que perdí hace mucho, el orgullo que dejé a un lado por ti, ha vuelto a envolverme.
Tan digna de regalarme millones de rosas blancas y un desayuno todas las mañanas.
¡Cómo te gustaría volver atrás en el tiempo! Y así verás lo que perdiste, cuándo te equivocaste, entenderás que ahora, ya no soy tan para ti. Que era yo, la que buscabas en ellas, en la noche y en las madrugadas, en la luna, en el sol, en las fiestas, en los libros, en los atardeceres y en la mañana. Soy yo lo que te falta, soy yo la que siempre te ha faltado.
Es tarde para echarme de menos..
Aunque puede que esté muy equivoca, eso no importa ya, es sólo un texto más.

Colorín colorado, este cuento ha empezado.

Había una vez una princesa, pero no era una princesa cualquiera, ella no era de cuento, ni siquiera de película. Esta princesa era de la vida real. Una princesa de los sueños. Una princesa que cree en la verdad. Una princesa que ha vivido el amor mil veces, y las mil ha sido totalmente real, en el momento, claro. No, no tiene un castillo. Tampoco muchos vestidos. Pero tiene algo mucho más importante que todo eso, de ser princesa de cuento. Tiene una sonrisa por cada canción. Tiene unas amigas imperfectas pero inmejorables.
Y lo más importante: tiene una vida por delante.