Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

domingo, 8 de noviembre de 2015

-10

Vuelvo a escribir estando en el mismo punto en el que me encuentro siempre, y me encuentro a mí misma, sí, y no encuentro nada más. Solo lugares y más recuerdos, más causas perdidas, más muertos. Quizá tenga que ser así, quizá para ser yo tengo que ser nada más, o puede que esté en este bucle porque no sepa compartir ni dar ni recibir, quizás dar sí.
El problema no está en no gustar, en no salir, en no conocer... el problema está en pasar de seguir, en dejar de ver lo que vi cuando te conocí, en dejar de seguirte con la mirada cuando estás volviendo al coche. Todo es aprender constantemente y no aprendo, la didáctica del desamor y el niño afortunado, porque tú sigues aprendiendo, tú sigues siendo, tú sigues lloviendo. Pero ¿yo? Bastarse y sobrarse, tanta chapuza, tanto desgaste ¿para qué? Para volver a volver al submarino que me atrapa, que no me deja ir más allá de donde siempre estaba. ¿Quién me saca? ¿Alguien me sacará? Porque ya se que voy y que vuelvo, a veces enseño y otras veces solo hago el gilipollas como bien diría más de uno, pero no veo luz en el camino que me enseñe hacia donde debo ir.
Si solo fuera un rato, si solo fuera un texto, si solo fuera una metáfora, si solo fuera un poco más de lo de siempre podría entender que hay algo sensitivo ahí detrás de esa coraza pero no lo hay, no aparece y cuando está, se aburre pronto, me resulta fastidioso en seguida y no ríes y no lloras, porque no hay nada dentro ni fuera de ti, solo seguir porque lo que te hace feliz no está, no es lo que crees que es, siempre te equivocas, siempre pides, das, recibes... para nada.
Si te bastas y te sobras, ¿hay algo que va mal? Deja un hueco, un hilito, un momento y pasará ¿no?
Que difícil estar solo pero más difícil es estar conmigo.

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