Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

lunes, 8 de junio de 2015

¿Sólo una?

Hay algo mucho más triste y doloroso que la pérdida, y es no haberlo tenido nunca, no haber tenido ese instante de fe que te hizo creer que todo era posible, no haber tenido ese amor loco y descontrolado que, aunque doloroso, necesario para seguir adelante. Es mucho peor no haber tenido nunca un fallo, porque ayy madre mía cuando lo cometas... es peor no haber tenido nunca la certeza de ser plenamente feliz que haberlo sido y ahora ser un total fracaso. Es peor sentirse solo porque has cerrado puertas y ventanas, que hacerlo porque al final todos a los que les has entregado tu corazón lo han hecho pedazos.
Yo, como todos creo, solía pensar que ya había tenido suficiente, que no quería más sobresaltos ni vivencias extrañas, que no quería mas besos ni quería mas caricias, ni mas amigos, ni mas mascotas de las que encariñarme. Pensaba que ya había vivido tantas cosas que no necesitaba en mi vida más que una rutina tranquila y algo de calma con cada café de la mañana para volver a hacer lo que ya había hecho durante años, lo que tenía por seguro. Pero un día me desperté y me di cuenta de que la vida no era eso, la vida no es dejar de caminar para no perderse, la vida no es dejar de hablar para no equivocarse, la vida no es dejar de hacer para no arrepentirse, la vida no es dejar de querer, de soñar, de amar... por miedo a salir herido.

Todo ese supuesto fracaso que cometemos al hacer las cosas "mal" no es lo peor, porque lo peor es sobrevivir y no estar viviendo.


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