Vivimos en un mundo donde no importa el cómo sino el cuánto. No debería de ser así. Vivimos en un mundo dónde el que más trabaja es el que menos tiene y el que más gana es el que no se ha resignado a perder. A veces nos dejamos llevar donde no deberíamos ir, hay un límite que no deberías de cruzar. Pórtate bien, siéntate recta, no grites, péinate, no corras por los pasillos, saluda a los vecinos, escóndete para hacer el amor, pero si pasas hambre sal a la calle, mastica con la boca cerrada, y no hables demasiado no vaya a ser que alguien se ofenda con la verdad, el preferible una buena mentira a la verdad. ¿Desde cuándo?
Si dejas que pase seguirá pasando.
Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.
domingo, 27 de enero de 2013
Buscándote en mis planes
El problema está cuando nos equivocamos y en vez de comernos el orgullo nos comemos el corazón. Pero ¿dónde están los besos que me debes? Seguramente en cualquier esquina, cansados de vivir en tu boquita... puedes pensar que soy una persona fría, sí, pero no olvides que el hielo también quema y me inventaré mil maneras de perder la cabeza si hace falta, no es más fácil, pero es más bonito así.
lunes, 27 de febrero de 2012
sábado, 25 de febrero de 2012
Esta noche han caído todos los héroes que he tenido.
¿Cómo se aprende a vivir? Viviendo. Y ha habido tantas veces que no lo he conseguido, y otras tantas en los que mi vida era perfecta. Pero realmente ahora es cuando entiendo que la vida no es perfecta, que la mierda también se seca al sol y no sólo los bombones son los que se derriten. Que todos alguna vez nos hemos mojado, pero yo ya me seco rápido, ya no me ahogo en los charcos, que madurar será de frutas, pero también de personas, hay que aprender a disfrutar en los momentos felices y salir adelante en los tristes. Que si no te tengo no te necesito, pero si estás ahí me apoyaré, que cuando no encuentro un banco me siento en el suelo. Eso, que no merece la pena perder la vida buscando el momento perfecto, que igual que los chupitos suben rápido, la vida pasa muy deprisa.
¿Cómo se aprende a vivir? Viviendo. Y ha habido tantas veces que no lo he conseguido, y otras tantas en los que mi vida era perfecta. Pero realmente ahora es cuando entiendo que la vida no es perfecta, que la mierda también se seca al sol y no sólo los bombones son los que se derriten. Que todos alguna vez nos hemos mojado, pero yo ya me seco rápido, ya no me ahogo en los charcos, que madurar será de frutas, pero también de personas, hay que aprender a disfrutar en los momentos felices y salir adelante en los tristes. Que si no te tengo no te necesito, pero si estás ahí me apoyaré, que cuando no encuentro un banco me siento en el suelo. Eso, que no merece la pena perder la vida buscando el momento perfecto, que igual que los chupitos suben rápido, la vida pasa muy deprisa.
miércoles, 22 de febrero de 2012
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