Vuelve, vuelve tarde pero vuelve, vuelve a mí si te pierdes.

miércoles, 6 de julio de 2011

Nada te importa si se acaba. O será, que no me(nos) aguantas(-amos) más.

Hay cosas que no sabemos muy bien como explicar. Un claro ejemplo de ello son las decepciones. A lo largo de nuestra vida nos llevamos miles de decepciones, aun que pienso que las mas difíciles o complicadas nos las proporcionan ciertos seres queridos que olvidan como puede ser su vida si tú no estás. Siemplemente, hay veces, que se ven tan seguros de tenerte ahí, para todo, de pagar todos los patos contigo y de no cuidar esa relación tan bonita de amistad o de lo que sea que tengamos, que claro, se les hace demasiado fácil tenernos al alcance de todo, siempre en posicion de ayuda y dejan de ponerle importancia a nuestra estancia cerca de ellos y entonces es cuando empiezan las decepciones. Por una parte alguien puede decepcionarte fisicamente, que no de la talla y por otra, psicologicamente, que para mi gusto, son las decepciones que duelen mas... es como cuando alguien, despues de todo, de haberle dado lo mejor de ti, no es siquiera capaz de dar, ni un poquito, la cara por ti ante otros, o que sus palabras te duelan mas que cualquier herida, y sus hechos te hagan mas daño que una caida al vacío.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario